A la hora de enfrentarse a una reforma de cocina, hay muchas decisiones que tomar. Tipo de encimera, mobiliario y sobre todo los electrodomésticos. Dentro de este ámbito, mucha gente tiene dudas sobre si elegir placa de inducción o vitrocerámica. Ambas son una excelente opción, y tienen sus pros y contras, por eso conocer las ventajas e inconvenientes nos facilitará elegir un modelo que colme con nuestros objetivos.
Antes de meternos con el quid de la cuestión es importante saber en qué consiste este tipo de tecnologías y conocer cómo funcionan.
Cualquier técnico de electrodomésticos en Madrid te dirá que la vitrocerámica es un sistema de cocción eléctrica, que genera calor mediante unas resistencias colocadas debajo de una placa de cerámica vitrificada. De esta forma al encenderla, el calor pasa a la olla o sartén permitiendo la cocción de los alimentos.
Por su parte la inducción en vez de resistencias, hay un electroimán que crea un campo magnético que transmite calor a un recipiente específico que se coloca encima de ella. Su aspecto es bastante similar al de la vitrocerámica y algunas personas no saben diferenciarlas.
Ventajas de la vitrocerámica
La decisión de elegir entre una u otra será más por necesidades de sus usuarios que por la gran diferencia que existe entre ambas.
La principal ventaja de la vitro es su precio, es bastante más económica que la de inducción, por lo que para presupuestos ajustados o para la gente que no cocina mucho puede ser una excelente opción.
Otro de sus pros es que se calienta de forma progresiva, por lo que es fácil controlar los tiempos de cocción. Además al apagarla podemos seguir cocinando ya que existe un calor residual que dura un tiempo. Por último, se pueden emplear ollas y recipientes de cualquier material.
Desventajas de la vitrocerámica
Como es lógico, nada ni nadie es perfecto, por lo que también presenta algunas contras. La primera de ellas es que tarda más en calentar que la inducción por lo que tardaremos más en cocinar los alimentos. Esto implica que consuma más electricidad, se calcula que un 20% respecto a su competidor.
Por último con la vitrocerámica existe un riesgo de accidente doméstico, ya que cuando están encendidas pueden provocar quemaduras si las tocamos con la mano u otra parte del cuerpo. Este detalle está especialmente indicado para niños o mascotas que no son conscientes del peligro que entraña.
Ventajas de las placas de inducción
La cocina por inducción calienta mucho más rápido por lo que es más eficiente. Además, esta tecnología solo funciona en el área donde la superficie está en contacto con la olla o sartén, por la que la pérdida de calor será prácticamente nula, reduciendo nuestra factura energética.
Asimismo es mucho más segura que le vitrocerámica ya que no calienta la superficie y no existe calor residual con lo que evitaremos accidentes innecesarios. Por último, la inducción brinda diferentes funciones para un mejor cocinado como temporizadores, indicador de consumo etc.
Inconvenientes de la inducción
Su principal desventaja reside en que necesita recipientes específicos para cocinar. Al funcionar a través del electromagnetismo, hay que renovar ollas y sartenes. Otra de sus contras es que es bastante más cara, aunque también hay que decir que con el tiempo se amortiza ya que consume menos electricidad.
Por último, al principio debemos estar atentos a cuando cocinemos sino queremos que se nos queme o pegue la comida. Los tiempos de cocción varían.
¿Cómo saber si es vitro o inducción?
Muchas personas que están viviendo de alquiler o al comprarse una casa de segunda mano no tienen pensado cambiar la cocina, ignoran qué tipo de placa tienen. La verdad que saber diferenciar entre una vitrocerámica y una de inducción es bastante sencillo.
La opción más fácil es encenderla y colocar un recipiente. Si no calienta es inducción; si lo hace vitrocerámica. De todas formas algunos fabricantes ponen la palabra “inducción” en el cristal, por lo que si lo leemos, tendremos este tipo de tecnología.
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